Una exploración ecográfica utiliza ondas y ecos de muy alta frecuencia para obtener imágenes de estructuras del interior del cuerpo. Se obtienen diferentes señales cuando dirigimos el haz de sonido a un determinado sitio y las ondas rebotan desde diferentes tipos de tejidos y líquidos del cuerpo. El cuadro de ecos resultantes forma un determinado cuadro o dibujo de lo que se esté examinando, en este caso las venas del cuerpo que llevan sangre al corazón. Los ultrasonidos difieren de los rayos-x en un aspecto muy importante: no hay exposición a radiaciones ionizantes. Otro término usado en vez de ecografía son ultrasonidos.
El principio de los ultrasonidos es similar al del sonar, un método utilizado por los barcos para detectar submarinos (o por los barcos de pesca para detectar bancos de peces). El eco característico que producen las ondas sonoras de regreso de chocar con un determinado objeto proyecta un determinado cuadro o dibujo de fondo. Otro ejemplo es el murciélago, cuando sobrevuela, sustituye los ojos por un sistema de sonar que le impide colisionar con los objetos cercanos y encontrar insectos que comer. En medicina, este procedimiento se utiliza para detectar enfermedades que producen cambios en la apariencia de órganos o tejidos, o masas anormales como tumores. Cuando un coágulo de sangre se desarrolla dentro de una vena, la ecografía venosa puede mostrarnos el coágulo o el enlentecimiento u obstrucción completa del flujo de la sangre que ha causado.
La indicación más común para la realización de una ecografía venosa es la búsqueda de coágulos sanguíneos, especialmente en las venas de las piernas. Estos coágulos pueden desprenderse y llegar a los pulmones, y pueden ser la causa de una situación muy peligrosa llamada embolismo pulmonar. Si actuamos a tiempo, hay tratamientos que pueden prevenir estos acontecimientos.
Otras indicaciones para realizar un estudio ecográfico:
Debería vestirse de forma cómoda, aunque deberá sacarse la ropa y las joyas de la zona que va a ser examinada. Aparte de eso no debería tomar ninguna medida especial. Es posible que haya oído que era necesario ayunar, pero esto sólo es importante sólo si se va a realizar la exploración de las venas del abdomen. En este caso, le podrán pedir que no tome alimentos o líquido entre 6 y 8 horas antes.
Será conducida a una sala de examen en donde habrá una máquina que le parecerá un ordenador con un televisor. Un aparato pequeño, manual, denominado transductor, parecido a un micrófono, se le colocará sobre la zona a estudiar. Existen transductores adaptables a las diferentes partes del cuerpo, como las piernas, para realizar una ecografía venosa. Sus tamaños son variables, pueden parecerse a un lápiz gordo o a una baraja de cartas. Una vez comienza la exploración, se puede ver la imagen en el monitor, en blanco y negro (o en color si se realiza un tipo especial de exploración, llamado “flujo color” o ecografía Doppler, se dibuja el flujo de las venas en el monitor).
El transductor del ecógrafo genera ondas sonoras que atraviesan la piel además de servir de micrófono que graba los sonidos de retorno (ecos). Cuando lo presionamos contra la piel, el tranductor dirige ondas sonoras de alta frecuencia hacia las venas que estamos estudiando y graba cualquier cambio en la intensidad y dirección de los ecos que retornan. Los ecos que rebotan y regresan, o la señal, son automáticamente medidos por el ordenador y convertidos electrónicamente en una imagen que enseña lo que está ocurriendo al momento, creando lo que se llama imagen en “tiempo real” en el monitor. Estas imágenes pueden ser grabadas en video o pueden ser congeladas al momento para obtener fotos instantáneas. Si se está realizando un estudio Doppler, los cambios en el flujo sanguíneo pueden verse en color en el monitor y oír un cambio en la intensidad del sonido.
No oirá ni la emisión ultrasónica ni sus ecos, aunque puede escuchar los sonidos como latidos durante la realización del eco-Doppler. Probablemente se encontrará estirado de espaldas sobre la camilla de exploración, que puede ser inclinada o movida para permitir un mejor acceso a una determinada zona. Puede ser que tenga que permanecer de pie durante el estudio. A menudo tendrá la oportunidad de ver el monitor al mismo tiempo que la persona que lo está examinando, aunque no le será fácil entender lo que está viendo. La mayor parte de los estudios no duran más de media hora. La ecografía venosa es generalmente indolora. Pero si su pierna está hinchada y dolorida, la presión del transductor puede aumentar discretamente esta sensación dolorosa.
El paciente se coloca en la camilla de exploración ajustable, se aplica un material tipo gel sobre la piel para permitir un contacto perfecto entre la piel y el transductor, eliminando bolsas de aire. Esto asegurará que las ondas de sonido se conducirán libremente al interior del cuerpo. El radiólogo presionará firmemente el transductor a la piel y lo moverá en uno y otro sentido para obtener imágenes completas de la zona que interesa. Se estudiará la zona completa, obteniendo imágenes desde diferentes perspectivas. A veces el examinador puede querer obtener imágenes mientras permaneces de pie. Se le pedirá que permanezca tranquilo durante la exploración. El radiólogo puede preguntarle sobre temas relacionados con su salud durante la exploración y puede repetir algunas imágenes para aclarar los hallazgos.
Beneficios
Riesgos
De la ecografía diagnóstica estándar no hay descritos efectos perjudiciales para los humanos.
Cuando el estudio haya concluido, se le pedirá que se vista y espere hasta que el radiólogo pueda revisar las imágenes. Si no se necesitan imágenes adicionales podrá marcharse. Será un radiólogo con experiencia en ultrasonidos quien interpretará el estudio e informará a su médico. Después de recibir un resumen de los hallazgos, su médico le explicará lo que significa y cual será el próximo paso. Hoy en día algunos hospitales pasan las imágenes y el informe mediante Internet, abreviando el tiempo considerablemente.
Pueden ser difíciles de ver de forma clara las venas que se encuentran cerca de la piel, especialmente en la pantorrilla. Puede ser difícil de identificar un coágulo que obstruye totalmente una vena o que deja pasar a su través una muy pequeña cantidad de sangre.